Lubina
Dicentrarchus labrax

Cuerpo largo, ovalado y esbelto.
Aletas dorsales separadas y sin pintas.
Cabeza larga, piel plateada gris en dorso, clara en los lados y blanca en su vientre.
Es un gran depredador, boca grande.

La lubina se encuentra en las costas rocosas de los arenales, las desembocaduras de los ríos y sobre todo los puertos, dársenas, pantalanes y escolleras en donde encuentra su mayor fuente de alimentos, crustáceos, moluscos y pequeños peces.
Este acercamiento a la costa suele ser mayor en los meses de calor, alejándose en invierno.
Los ejemplares jóvenes viven en bancos, volviéndose solitarias cuando se hacen mayores.
La profundidad en la que se puede encontrar es de 0 a 15 metros.
Prefiere las aguas oxigenadas, aunque puede llegar a penetrar en aguas dulces.

A boya con cebo vivo.
A fondo para interiores de puertos o abrigos naturales.
Si se pesca desde la playa, la lanzada ha de ser superior a los 100m con cebo vivo.
Siempre por delante de la última ola rompiente. Si no hay picada lanzar a la penúltima y acercarse. Siempre en el rompiente ya que es ahí donde se alimenta.
Si se pesca por la noche con boya, se colocará un luminoso y elegir las mareas con cuarto creciente.
El equipo ha de ser resistente y siempre ha de mantenerse la caña a mano ya que es muy agresiva en su envite.
Es muy apreciada tanto por lo estimulante de su captura como por su exquisita carne.

Es muy voraz y su dieta se compone de crustáceos, gusanos, peces, erizos de mar y otros animales marinos.

Prefiere cebos vivos y naturales como quisquilla, cangrejos, calamar, anchoa y anélidos de mar.