La mar de pesca

Doradas desde playa
Surfcasting

La mar de pesca
Es conveniente tener preparadas diferentes configuraciones de bajos de línea, con distinto número y tamaño de anzuelos, distintos tipos de hilos, distintas longitudes en los anzuelos en función de si hay mar o no, presencia de algas...
La mar de pesca
La mar de pesca

La dorada es un pez que está mucho más activo durante el día por lo que esta técnica al igual que cualquier otra debería hacerse siempre en horario diurno porque de lo contrario no se pescará ninguna pieza, para esta técnica de surf casting se deben buscar playas amplias y a poder ser sin personas bañándose o surfistas que puedan alejar a los peces.

La dorada es de costumbres caprichosas e impredecibles y su pesca está plagada de dificultades. La técnica empleada para la pesca de la dorada varía en función del lugar. Podemos pescar doradas en el interior de los puertos o a lo largo de las escolleras exteriores, de los malecones, en playas de arena, en las desembocaduras de los ríos (a veces tiende a remontarlos), en las lagunas donde encuentra cobijo durante el invierno y, sobre todo, donde puede hallar criaderos de mejillones y de ostras en los que produce estragos.

Tratándose de un tipo de pesca de espera es conveniente emplear al menos dos cañas. Lo normal para la pesca de la dorada es usar cañas para surfcasting de entre 4 y 4,5 m; normalmente de tres tramos y bastante consistentes, con una puntera fuerte, pues deberá soportar lances con plomos pesados, complicadas recuperaciones y potentes tirones.

En la caña se montará un carrete muy robusto con hilo fino de nailon del 0,20 mm ó 0,25 mm (que soporte al menos 8 kilos) para conseguir lances más lejanos. En la parte final anudaremos un puente de línea (también llamado cola de rata) de unos 15 metros de longitud el cual va incrementando progresivamente el grosor desde los 0,20 mm normalmente hasta 0,57 mm, lo que nos permitirá realizar un lance bastante potente sin peligro de romper la línea.

Situaremos los anzuelos en bajos de línea que crearemos con anterioridad a la acción de pesca. Estos consisten básicamente en un trozo de nailon en el que por un lado engancharemos a la línea por medio de un emerillón y en el otro extremo tendremos un plomo con emerillón. En cuanto al plomo usaremos un peso, según la acción de la caña y las condiciones del mar, entre 100 g y 150 g.

Prestaremos especial atención a los anzuelos ya que las potentes mandíbulas de las grandes doradas doblarán anzuelos de baja calidad. Usaremos anzuelos de gran tamaño y resistencia. La acción de pesca de la dorada al surfcasting es sencilla: después de cebar el anzuelo con el cebo escogido, lanzaremos mar adentro y luego dejaremos la caña apoyada. Es muy importante aflojar el freno ya que la fuerza de embestida de la dorada puede partir fácilmente la línea.

Con la caña de lanzado se utilizan cebos para la dorada tales como la arenícola, el ermitaño, la navaja y la tita. Es importante colocar los cebos en el anzuelo de manera correcta y presentarlos al pez de la manera más natural posible ya que la dorada posee una extraordinaria visión de enfoque binocular abarcando todos los campos de visión: lateral, frontal, superior e inferior y posee una naturaleza desconfiada. En la pesca de la dorada no solo se utiliza un cebo en concreto sino que según el lugar se pueden colocar diferentes tipos de cebo para una buena pesca, la dorada aparte de ser un pez que tiene unos enormes y potentes dientes también tiene una visión extraordinaria que le permite tener un enfoque binocular con el que podrá ver perfectamente el cebo, por ello es importante la colocación del cebo y el anzuelo para el uso de las distintas técnicas de pesca.

Durante la picada, la dorada, al meterse el cebo en la boca, primero le da vueltas y a continuación lo mastica para después alejarse; así, si nota aunque sea la más leve resistencia, lo deja todo y huye. En cuanto oigamos zumbar el freno, agarraremos la caña firmemente con una mano, estrecharemos a la caña el hilo con la otra y clavaremos con decisión. A continuación dejaremos a la dorada todo el hilo que haga falta para sus envites y carreras con el objetivo de hacer que agote sus fuerzas. Cuando veamos que ya remiten los cabezazos, comenzaremos a cerrar poco a poco el freno y a recuperar el pez hasta llevarlo a la orilla. Deberemos tener especial cuidado en los últimos metros, donde rompe la ola, ya que un mal movimiento o un tirón demasiado fuerte puede hacer que la potente dentadura del pez rompa la línea.

La pesca de la dorada no solo se hace desde playas sino que también se puede hacer desde otros lugares de la costa o incluso desde una embarcación, en la mayoría de las ocasiones su pesca no resulta excesivamente fácil.

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